Tras dar el paso de autoproducir mi propio EP me sentí con capacidad de participar en otros proyectos. La idea de poder aportar mi música en la creación de obras más complejas me resultó muy atractiva y como tenía algunas amistades que se dedicaban profesionalmente al mundo del desarrollo del videojuego me ofrecí directamente a ellos para colaborar en cualquier proyecto en el que necesitasen un músico.

Así fue como se me dió la oportunidad de formar parte del proyecto Astroctopus. Un videojuego para dispositivos móviles que si bien nunca llego a publicarse me dio la oportunidad de entrar en contacto con profesionales del sector y empezar a entender como funciona un pequeño equipo de desarrollo, conocer las labores que desempeña cada uno de sus miembros y empezar a familiarizarme con conceptos importantes.

Mis funciones como compositor y diseñador de sonido en el equipo me llevaron a desempeñar las siguientes tareas:

– Componer loops y fragmentos de música para el menú, start, fase de acción, game over.
– Producción de casi 30 efectos de sonido mediante edición de audio.

Realmente fue un reto componer y producir algo sin que mi guitarra tomara las riendas. De hecho la melodía principal salió directamente de mi modesto teclado. Pero sobre todo tener que “vestir” con música y sonido un producto que no era mío resultó algo muy novedoso.

Otro reto importante a nivel técnico fue la de conseguir producir loops sin cortes en formato MP3 sin que se manifestasen clicks o cortes al enlazar las repeticiones debido a las particularidades de este formato que genera micro-silencios en su comienzo. Lograrlo después de mucha búsqueda de información y pruebas fue una gran satisfacción.

Aunque el equipo se disolvió antes de terminarlo, esta colaboración fue muy enriquecedora, motivadora y propiciaría futuros trabajos con alguno de los miembros del equipo.

Con el juego cancelado y sin equipo, el siguiente paso me parecía claro.